El grado más superior de quienes practican la magia. No es una exageración decir que un solo mago es suficiente para enfrentar a un ejército de miles de soldados y caballos en el campo de batalla, ya que pueden usar armas ofensivas como las hojas, los árboles, el viento, la lluvia, el trueno o el relámpago. Como encantadores del cielo, pueden comunicarse con todos los seres terrestres desde su nacimiento. Es precisamente por ese motivo que su personalidad suele ser distante y arrogante, y rara vez piensan en alguien más que ellos mismos.

La gente común suele creer que los Arqueros sagrados comparten una relación especial con los elfos, ya que los arcos y las flechas que portan son igualmente ricas en almas como las de los elfos. Cualquier criatura que sea su presa casi seguro no tendría chances de escapar. Les gusta todo lo bueno y maravilloso, y detestan las cosas horribles y malignas, a tal punto que pueden ser considerados como la mejor representación de odiar el mal como enemigo.

Cuenta la leyenda que los dracónidos heredaron el poder de los dragones, un poder surgido del caos capaz de afectar al mundo entero. De una fuerza descomunal innata, los dracónidos pueden dominar a un tigre con sus propias manos con solo tres años de edad. Aceptan su fe y asumen el deber de proteger sus hogares y a la raza humana. Cuando llegaron los demonios, siempre estuvieron en el frente de ataque.